5.- La insulina

La insulina es una hormona producida y segregada por el páncreas, que posibilita que la glucosa entre en las células del organismo, en donde se convierte en energía necesaria para la vida diaria. En ausencia de insulina, la glucosa no puede entrar en las células, por lo que se acumula en nuestra sangre.

Las personas con diabetes tipo 1 no pueden sobrevivir sin insulina, por lo tanto necesitan un aporte externo: varias inyecciones diarias de insulina.

Las personas con diabetes tipo 2 y las mujeres con diabetes gestacional pueden llegar a necesitar inyectarse insulina, a mayores de otras medicaciones orales.

Hasta hace poco, la insulina que nos inyectamos, se fabricaba a partir de páncreas de ganado vacuno y porcino. Actualmente, existen procesos de laboratorio a partir de los cuales se obtiene insulina gracias a la ingeniería genética.

 

¿Cuántos tipos de insulina existen? 

La insulina tiene una duración en sangre de unos 15 minutos. Para poder evitar las inyecciones de insulina múltiples y tener una dosis mantenida de insulina, se realizan diferentes técnicas a través de las cuales obtenemos insulinas que duran más en el tiempo, o que inician su acción más tarde, de este modo tenemos principalmente cuatro tipos de insulina (entre paréntesis sus nombres comerciales):

  • Insulina rápida o ultrarápida (Humalog, Novorapid, y Apidra) : Comienza su acción a los 3-5 minutos de inyectarla. Se usa antes de las comidas y su acción máxima se alcanza una hora después de inyectarla.
  • Insulina de acción corta o simple (Actrapid): Se administra 30 minutos antes de las comidas, su efecto dura más que el de la insulina rápida. Es la de uso hospitalario más común.
  • Insulina intermedia o NPH (Humalog NPL e Insulatard): Tiene aspecto lechoso, debemos agitarla antes de usarla. Se administra habitualmente como insulina basal, en dos dosis diarias, cada 12 horas.
  • Insulina ultralenta (Lantus y Levemir): Se administra una vez al día, dado que su acción es lenta y dura entre 20 y 24 horas, es por tanto una insulina basal.

 
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¿Cómo debemos conservarla?

La insulina que no estemos usando, debe guardarse en la nevera, donde podremos tenerla a una temperatura de entre 4 y 8ºC hasta la fecha de caducidad indicada en su caja.

La insulina que estemos usando actualmente, podemos conservarla a temperatura ambiente durante 28 días (pasado este tiempo debemos desecharla), entre 15º y 30ºC. Mientras se mantenga esta temperatura, no es necesario guardar en la nevera los bolígrafos que estemos usando en las inyecciones diarias.

No debemos exponerla a temperaturas extremas, luz, o calor intenso y nunca debe congelarse.

 

¿Cómo debemos transportarla si nos vamos de viaje?

Siempre debemos llevar con nosotros la cantidad necesaria de insulina que vamos a necesitar durante los días que estemos fuera, para esto es importante mantenerla a la temperatura adecuada para su conservación. Para esto podemos servirnos de neveras, bolsas isotérmicas, y estuches especialmente diseñados para esta función.

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